sábado, 4 de julio de 2009

Tutorial para instalar una pantalla táctil en el netbook Samsung NC10



Si alguna vez te has parado a pensar sobre el diseño de los objetos cotidianos que nos rodean, seguro que de vez en cuando pensarás en aquellas propuestas que salen de lo que muchos consideran normal. Estamos tan acostumbrados a que determinados objetos tengan determinadas formas, que muchas propuestas de diseño nos parecen una excentricidad o directamente algo ofensivo.
Pongamos por ejemplo parte de la propuesta de diseño del artista Bob Turek. Sus dos propuestas persiguen transformar la forma en que vemos objetos con los que interactuamos a diario. En primer lugar tenemos un amplificador musical que simplifica la interfaz de usuario al mismo tiempo que añade funcionalidad e impacto visual. Seguro que te choca ver un altavoz con forma de lámpara. Es interesante usar un elemento al que asociamos con la luz y la vista para contener otro que trata del sonido y el oído. Parece bastante funcional, ya que puedes dirigir la fuente de sonido de forma efectiva hasta donde te interese.
Y en segundo lugar tenemos un objeto que resulta más perturbador por la naturaleza sexual implícita. Se trata de unos altavoces con conexión para un dispositivo reproductor (mediante jack estándar de 3.5 pulgadas) y con un amplificador hecho a mano. Lo interesante es el objeto que se ha escogido como contenedor de los elementos electrónicos: un torso femenino de fibra de vidrio sin brazos ni cabeza. El artista busca la provocación más directa al usar partes de la anatomía femenina con una clara referencia sexual para ubicar los altavoces y la conexión.
¿Son ganas de llamar la atención gratuítamente? ¿Vale todo en el diseño? Me resulta chocante la descripción que hace el propio artista del busto femenino: "... este estéreo fuerza que la fuente de la música sea el centro de atención y crea una nueva interfaz de usuario radicalmente diferente". Es interesante ver que lo que para unos es diseño puro o incluso arte, para otros puede resultar totalmente prescindible, una pérdida de tiempo o algo que nunca pondrían en sus vidas.

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