Creo que a todos los que viajamos en aviones comerciales nos suena la frase “Favor de apagar todos los equipos de comunicación móvil o nos estrellamos”, pues que les cuento que muy pronto será posible hablar todo lo que queramos en las aves de acero.
Hablando claro, los celulares no producen ninguna interferencia con los instrumentos de la cabina de navegación, si así fuera, las autoridades no estarían abriendo la oportunidad de utilizarlos en determinadas fases del vuelo, ¿o no?
Ahora, nadie dice que esto sea fácil, nos referimos a habilitar el servicio. Esto dependerá totalmente de que las compañías telefónicas decidan invertir en la tecnología que garantice recibir buena señal a más de 3000 metros de altura, ya que esa es la altura normal de vuelo de las aerolíneas mexicanas.
Llevar a cabo esta actualización oscila entre 500 y 1 millón de dólares por cada avioncito, nada caro si consideramos que un Airbus A380 tiene un costo de 316 millones de dólares. Si es un milloncito más, pero, imaginen el beneficio para los usuarios.
Aunque la realidad es muy sencilla, a las aerolíneas les da igual porque no serán ellos los que reciban la lana por prestar el servicio, sino las compañías de telefonía celular. Al final, todo se reduce a quien gana dinero y quién no.
A este paso, lo más seguro es que sigamos incomunicados cuando volemos por la atmosfera, o de plano, mejor saca la tarjeta de crédito y paga la llamada telefónica más cara de tu vida.
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